El ajo cuenta con numerosas raíces, sus hojas son basales y envueltas en el tallo. Cuando las flores del ajo se forman son portadas por el tallos de 40 a 80 cm de alto que llevan en el ápice una inflorescencia en la umbela. Las flores son pequeñas con pedúnculos cortos y blancas con un rojizo-rosado las cuales no se abren mucho. Las semillas se forman muy raramente.
La parte utilizada normalmente es la cabeza la cual tiene 6-14 dientes estrechados entre ellos y revestidos por escamas membranosas envuelta por una decena de hojas.